Este año ha llegado al aula de tercer grado de primaria un niño especial llamado Patricio. Los demás alumnos están miedosos, porque es diferente, hay veces que no quiere hacer nada, se resiste a las indicaciones que imparte la profesora y se pone agresivo. Otros días quiere besar a cada una de las niñas de la sección, diciendo que las ama. Especialmente con Ketty que tiene cabellos rizados. Parece que se le ha prendido, siempre quiere estar a su lado, le trae regalos, le ofrece refrigerio, le interrumpe cuando está trabajando. Ketty está muy confundida, no sabe como actuar. Los padres de familia han protestado en la Dirección aduciendo que ellos pagan para que sus hijos estudien, que el colegio está poniendo en riesgo la seguridad de los niños al aceptar niños que deberían estar en otros centros educativos. Sin embargo, el Ministerio de Educación viene promoviendo una educación inclusiva y cada Institución Educativa tiene la obligación de acoger a estos niños especiales, bajo la advertencia de recibir una sanción si no lo hacen. El Promotor del colegio ha explicado en reunión de padres de familia que es una buena ocasión para que los niños aprendan a convivir con este tipo de personas que no tienen la culpa de haber nacido como tal. Los padres han respondido que no están de acuerdo con esa situación y han amenazado con llevar a sus hijos a otro colegio. Esto no conviene al colegio porque entonces se verían obligados a cerrar aulas y a perder plazas para la institución.
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