viernes, 16 de octubre de 2009

Kerigma


Inicialmente es una palabra griega que significa "proclamar como un emisario", también "anuncio breve y conciso"

Esta palabra era usada en el contexto de los gobernates cuando querían comunicar algo lo hacían a través de un emisario.

En el tiempo de los inicios del cristianismo se tomó esta palabra para referirse a la proclamación que hacían los cristianos de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. Eso inmediatamente después de haber recibido el Espíritu Santo.

De hecho hay un texto en el libro de los Hechos de los Apóstoles que encierra esos datos descritos en el párrafo anterior:


"Israelitas, oíd estas palabras: A Jesús el Nazareno, hombre acreditado por Dios ante vosotros por los milagros, signos y prodigios que realizó Dios a través de Él entre vosotros (como bien sabéis), lo matásteis clavándolo por manos impías, entregado conforme al designio previsto y aprobado por Dios. Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte..." (Hechos 2,22-25)


Este texto es conocido como el núcleo del kerigma. Es decir, esto lo que fundamentalmente atestiguaban los apóstoles después de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.


Con este hecho Jesús pasa a ser de Predicador a Predicado.


El discurso que aparece en boca de Pedro después del hecho Pentecostés es lo que normalmente hacían los cristianos para hablar de Jesús, a fin de lograr la conversión del auditorio al cual se dirigían y, que por supuesto no habían escuchado hablar de Jesús el nazareno.


El valor del kerigma ha sido y es fundamental para los cristianos, pues, aún hoy es válido anunciar el kerigma a todo aquel que no conoce a Cristo el Salvador.