lunes, 2 de agosto de 2010

fortaleza: La Visita de María a su Prima Isabel

fortaleza: La Visita de María a su Prima Isabel

La Visita de María a su Prima Isabel

Hace unos días fui invitado a dar una charla a dos grupos distintos para hablar sobre un mismo tema: La familia cristiana.
Con el primer grupo me divertí mucho, pues, era gente muy dinámica, que expresó sus vivencias y pensamientos a lo largo de toda la charla.
Pregunté: Qué es lo que menos te gusta de tu esposo? Respuesta: reniega mucho. Volví a preguntar: Qué es lo que menos te gusta de tu esposa? Reniega mucho.
Oh Sorpresa! Yo no estaba fuera de ninguno de los grupos. Me identifiqué y presentí que estaba pisando tierra.
Siguiente pregunta: Qué es lo que más te gusta de tu esposo. Las respuesta se compartieron igual: a pesar de las dificultades, estamos unidos...
Posterior pregunta: si el sacramento del matrimonio es un sacramento y si un sacramento es el signo sensible y visible de la gracia divina. A qué están llamadas las familia en estos momentos de la historia.
Respuestas: a la unión, al servicio, al cuidado de los hijos, a sostener el hogar ( lo que es lo mismo que la anterior) De hecho ninguna de las respuesta estaban fuera de lugar.
Entonces, complementamos las respuestas con lo que dice el capítulo cuatro de Efesios acerca de la familia: a estar sometidos el uno al otro, por amor. A cuidar a los hijos con amor.
Entonces lancé la respuesta que esperaba recoger: "La familia está llamada a ser signo sensible y visible del amor"
De hecho una respuesta sencilla, pero que compromiso es hacer presente ese amor todos los días hasta cuando la muerte separe a los cónyuges.
El segundo grupo, era un grupo bastante particular: de las seis familias presentes, cuatro de ellas eran parte de una familia disgregada. En todo los casos faltaba la figura del padre.
Para ello hablamos del modelo de la familia cristiana: la familia de Nazareth.
Una familia, bastante particular: María debía morir apedreada por adúltera. José que era el padre putativo de Jesús, tuvo que empujar el carro, sostenido por la fe. María tuvo que huir, seguramente, que no estaba cómoda entre sus vecinos. Pues, pocos creerían aquella historia que en su vientre llevaba al Hijo de Dios, por obra y gracia de la visita de un ángel.
Ella como mujer sabía que el niño corría peligro estando cerca a los que la vieron crecer, entonces, se fue hasta las montañas donde habitaba su prima , seguramente con la firme intención de proteger al pequeño ser había concebido.
Mientras tanto, José ya había tenido el sueño de acoger a María.
Y varias señales más que no eran precisamente un gran ejemplo de acuerdo como lo estipulaba la ley.
Sin embargo, ahí estaba la figura de una mujer creyente, por ejemplo,cuando llevaron a Jesús al Templo de Jerusalén, lo hacía como todas las familias. En otro momento, Jesús mandó a decir a su madre: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica"
Ahí estaba María al pie de la cruz, según el evangelio de Juan, cuando Jesús fue crucificado como un malhechor más. Es más, Jesús, era un malhechor acompañado por otros dos malhechores.
En todos los casos: la familia de Nazareth nunca dejará de ser la familia modelo para toda familia.