El mes de octubre que ha pasado, se ha llevado la devoción publica del Señor de los Milagros. Una devoción centenaria en Perú.
Comenzó casi a escondidas por un grupo de esclavos negros, seguramente para consolarse de sus sufrimientos.
Las autoridades oficiales intentaron prohibir esta devoción. Para ello mandaron a destruir la pintura que algún esclavo pintó. Pero por designios divinos el que fue mandado a destuir esta sagrada imagen no logró concretar este cometido.
Ahora miles y miles de fieles acuden al santuario del Señor de los Milagros en el centro de Lima, para pedir gracias divinas, se confiesan, oran y cantan.
Pero, eso no es todo, hay otro devotos que veneran a esta imagen en muchos rincones de nuestro territorio patrio y tambìén hay peruanos que llevaron esta devociòn a otros lugares del mundo. Conozco uno que incluso en Japón ha logrado que veneren al Señor de los Milagros.
Orar es hablar con el Dios que nos ama y nos guia siempre.