domingo, 3 de marzo de 2013

Elegir un nuevo Pontífice Para los Cardenales reunidos en Roma va a ser sumamente difícil elegir al sucesor de Benedicto XVI. Sobre todo porque, la Iglesia institución no está en su mejor momento. La crisis es seria. El movimiento gay dentro de la Iglesia, tiene que ser tomado como una realidad y buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo. Es algo que no se puede ocultar. Esta no es una cuestión nueva, de años se sabe que los sacerdotes gays se reúnen entre ellos para tener sus propios retiros espirituales. Hay cientos de sacerdotes, por no decir miles que viven una doble vida debido al duro voto de castidad que tienen que guardar los consagrados. ¿Es hora de revisar esta norma? ¿Que pasaría si se emite una norma que los sacerdotes se casen? ¿Cuántos quedarían sin casarse? Se habla asimismo, de lavado de activos dentro del banco Ambrosiano. Eso también es serio. Hay especulaciones que el mismo Bin Laden tenía cuentas en este banco. Umh!!! Esto no parece real, pero si lo es, ahí hay otro problema por resolver. Hay todavía más, los grupos cristianos no católicos tienen un auge de crecimiento allí donde la Iglesia Católica está ausente por falta de misioneros. Los jóvenes no están optando por una vida consagrada, es más atractiva una vida insertada en el mundo de los negocios. Sucede que las exigencias para la vida consagrada parecen muy lejanas a los modelos de la vida moderna y comercial. Puede que el modelo de castidad nunca estuvo de moda, pero si los jóvenes continúan creciendo en el mundo de los negocios, en vez del mundo de la espiritualidad. Hay que buscar nuevas estrategias para que la Iglesia tenga nuevo auge de misioneros. ¿Cuál sería el perfil del nuevo misionero para que sea atractivo a un buen número de jóvenes? Queda mucho por hacer. Que venga un Papa con mucha apertura al diálogo y con los nuevos vientos del Espíritu Santo. Que se abran las ventanas como decía el Viejo Juan XXIII.