domingo, 17 de marzo de 2013

Ya tenemos nuevo Papa, ciertamente saber su origen ha sido una agradable sorpresa. Un latinoamericano, un Jesuita. Debo confesar que en mi formación superior han intervenido varios Jesuitas, cuantos gratos recuerdos y cuantas cosas aprendidas. Pero, volvamos al Papa Francisco. Quiere una iglesia pobre y para los pobres. "Teología de la liberación" podían haber gritado algunos en los años 80. Un Papa Jesuita con estilo franciscano: la hermana tierra, los hermanos animales: aves,peces,osos, etc. Esperamos un pontificado signado por la sencillez y desde luego con la sabiduría de la Palabra. Un Papa que prefiere viajar en bus en vez de hacerlo en el Papamovil, de hecho no lo podrá seguir haciendo,pues, las cuestiones de seguridad requieren de muchas precauciones. Lo interesante es que es un Papa que le gusta sonreír. Los más cercanos le han descrito con un hombre de oración, sin oración no hay nada y eso es bueno. Un Papa que comenzó visitando el altar de una de las advocaciones de la Santísima Virgen María. Un Papa que le gusta bromear: "Que Dios les perdone, por lo que han hecho", dijo a los cardenales que le eligieron. Un Papa menos académico que el anterior,sí y no. De hecho por lo que se ha podido leer tiene larga trayectoria como pastor, pero no es menos académico por ello, también ha pasado gran parte de su vida en los claustros del mundo académico. El hecho de ser latinoamericano, nos viene bien por su cercanía en el pensamiento pastoral, sentimiento de cara a los múltiples rostros de la pobreza en el Continente de la Esperanza. Sin embargo, ahora está llamado también a ser y pensar universalmente: África, Europa, Asia, Oceanía. Tenemos Papa, esperemos a que vaya perfilando su modo de evangelizar desde la Cátedra de San Pedro.